lunes, 10 de marzo de 2008

Los yuppies no violentos

Reinaldo González


Hoy en día, cuando el postmodernismo se ha infiltrado dentro de la sociedad mundial como cáncer expansivo que pretende neutralizar la organización del pueblo en defensa de sus legítimos derechos –incluidas las capas medias de la sociedad-, merece especial atención el hecho de que un grupo de estudiantes venezolanos, principalmente de universidades privadas y universidades públicas autónomas, levanten las banderas de la lucha «no violenta» que emprendió Mohandas Gandhi (1869-1948), político y pensador indio, para defender intereses diametralmente opuestos.

Mientras Gandhi luchaba por la liberación de la dominación inglesa, máxima potencia imperial hasta mediados del siglo pasado; los estudiantes de oposición, ligados a la clase económica dominante, claman directa e indirectamente la intervención en Venezuela del actual imperio: Estados Unidos de América.

Mientras Gandhi luchaba contra el racismo-clasismo impuesto por los ingleses, únicos con el derecho a caminar por las aceras de La India; los estudiantes de oposición, financiados por organizaciones de la derecha internacional, defienden la invisibilización y el menosprecio hacia los pobres que por años alimentó –y sigue alimentando- el canal privado RCTV.

Mientras Gandhi defendía las costumbres y tradiciones que amasaron a La India como nación, reivindicando sus valores culturales; los estudiantes de oposición –un grupo de «yuppies» y algunos no tan «yuppies» pero que aspiran serlo- claman por el «american way of life», el sueño americano, la vida hipotecada a créditos para la casa, el carro del año, el jardín, la chimenea, el microondas, los malvaviscos y hasta el perro.

Mientras Gandhi soportaba años de prisión por exigir una vida digna para sus connacionales, desafiando leyes discriminatorias; los estudiantes de oposición claman la libertad de policías que masacraron al pueblo que el 11 de abril de 2002 defendía la Constitución Bolivariana de Venezuela –Constitución que los autores del golpe que se produjo ese día «reivindicaron» ante la posibilidad de aprobarse una Reforma Constitucional que profundizaría la democracia y sentaría bases jurídicas para la construcción del socialismo, única alternativa para derrotar el capitalismo y avanzar hacia una sociedad justa e igualitaria, una sociedad sin clases, una sociedad comunista-.
Gandhi, película estrenada en 1982, muestra la vida de uno de los principales exponentes de la lucha «no violenta», cuyas tácticas han sido convenientemente adaptadas por la clase dominante y los aparatos de inteligencia a su servicio para derrocar gobiernos no serviles a los intereses del capital transnacional (Serbia en 2000, Georgia en 2003, Ucrania en 2004); para abortar procesos de liberación que se oponen a la pretensión estadounidense de seguir expandiendo territorios y mercados, egoísmo y desigualdad, estupidez y miseria; para eliminar la Revolución Bolivariana que hoy protagoniza el pueblo venezolano.

Desde aquí les decimos: ¡No volverán!

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